Un dato curioso del ser humano es que funciona mediante motivaciones, ya sean grandes o pequeñas, pero se convierten en razones de vivir. Estas motivaciones, conllevan unas metas, y para cumplir las metas definidas, planteamos objetivos. De esta forma, todo lo que queremos conseguir lo hacemos mediante la fijación y organización de objetivos.
En el mundo empresarial sucede algo parecido, las empresas proponen objetivos para crecer y convertirse en lo mejor del mercado. Pero, para tener éxito en el mercado y diferenciarnos de nuestros competidores, los objetivos que definimos tienen que ser unos objetivos SMART. Es decir, tienen que ser objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Estos objetivos pueden aplicarse en cualquier área del mundo empresarial y mediante ellos estamos midiendo el trabajo que realizamos de forma sistemática.
Un objetivo específico o se refiere a una tarea o acción determinada para un momento y un aspecto concreto que queremos o esperamos lograr. Deben ser objetivos comprensibles por todos los miembros de la empresa, sobre todo los que tengan que participar en las acciones que conllevan a cumplir este objetivo.
Por ejemplo, en marketing un objetivo específico es aumentar el tráfico de la página web de nuestra empresa.
Para que un objetivo sea medible, antes que nada, tiene que ser especifico, para poder determinar resultados y poder ver si se está cumpliendo lo esperado o no. Para ello, se necesitan herramientas de software que puedan medir los resultados y así sea más fácil ver si se está cumpliendo lo que hemos planteado o no. Por ejemplo, si seguimos con el objetivo anterior, para medir el tráfico de una página web podemos ver mediante GoogleAds las variaciones del tráfico de la web en los periodos de tiempo que queramos.
Con la palabra alcanzable, nos referimos a que tienen que ser objetivos que se puedan realizar, es decir, que sean realistas y que puedan llevarse a cabo por el equipo encargado de ejecutar los objetivos propuestos. Es muy importante, ser transparentes y realistas para definir bien si estos objetivos se pueden llevar a cabo o no en nuestra empresa. Para ello, nos podemos fijar en momentos anteriores de nuestra empresa, además de los recursos de los que disponemos para que éstos se puedan cumplir. Siguiendo con el ejemplo antes puesto, podemos ver el tráfico de nuestra web en años anteriores y los recursos que disponemos ahora, para así poder determinar si es posible aumentarlo.
Un objetivo es relevante cuando está en la misma línea que los objetivos generales de la empresa, es decir, tienen que ser acciones que conlleven a resultados que vayan en el mismo sentido que los objetivos generales de la empresa, incluso que mejoren el desarrollo de estos objetivos. En este sentido, el aumento del tráfico de nuestra web puede significar un aumento de ventas o incluso un aumento de notoriedad en el mercado, por lo que estaría mejorando objetivos generales ya definidos.
Todas las características mencionadas hasta el momento dependen del tiempo para ser completadas. Cada objetivo tiene asignado un tiempo que provoca que sea realizable o no, por ello, se recomienda que se establezca un periodo de tiempo suficiente y delimitado para alcanzar cada objetivo.
Para aumentar el tráfico de nuestra página web, hay que establecer un periodo de tiempo concreto para llevar a cabo la medición del tráfico, y así poder ver y concluir si se ha producido el aumento deseado o no.
ANDRADA LARISA LUPEA – 2º Grado Superior Marketing y Publicidad